viernes, 27 de junio de 2014

La playa vacia

Obra de Jaime Salom



Argumento:

Es el final de verano y los turistas abandonan la playa. Victoria, una mujer madura teme enfrentarse a la soledad del invierno y encuentra su único consuelo en la compañía de Pablo, el joven encargado de cuidar la playa. Pero éste sólo trabaja a cambio de dinero. En ese momento, el mar arroja el cadáver de una joven llamada Tana.
Esa lucha vivencial y dialéctica entre Pablo, que representa la vida humana  y Don que representa a Dios, el amor a través de la muerte. Victoria, la protagonista busca refugio en Don, huyendo de Tana que representa la muerte (mi personaje)


Se estrenó en el Teatro Lara en 1970 con la Compañía de Arturo Fernández.
Representada por:
Pablo: Arturo Fernández,
Victoria: Queta Claver,
Don: Manuel Dicenta
Tana: Silvia Tortosa

Voy a destacar a Manuel Dicenta, otra saga de artistas:


Joaquín Dicenta Benedicto (1862 - 1917)
Periodista, dramaturgo del Neorromanticismo, poeta y narrador naturalista español.
Hijo de un teniente coronel del ejército, que murió a causa de heridas en la guerra carlista. 
Pasó su infancia en Alicante, allí estudió la educación secundaria junto a Rafael Altamira y Carlos Arniches, aunque otros afirman que en realidad estudió en Madrid con los escolapios de Getafe. El caso es que ingresó en la Academia de Artillería de Segovia, pero fue expulsado de la misma en 1878, a causa de su vida bohemia y su afición al alcohol y a las mujeres. 
Malvivió entonces en los arrabales y ambientes marginales de Madrid, frecuentando un tabernáculo de los bajos fondos llamado "La Estufa", intentando estudiar derecho e introduciéndose en los círculos republicanos y demócratas, y experimentó el influjo del socialismo utópico y del Krausismo, y en concreto de Francisco Giner de los Ríos. En Madrid, asimismo, conoció al que sería su gran amigo, el desdichado poeta y periodista Manuel Paso, que fallecería alcoholizado en plena juventud. Colaboró en el periódico El Liberal y publicó sus primeros poemas en la revista Edén

Estrenó su primer drama en 1888, gracias a la protección de Manuel Tamayo, y escribió numerosas novelas, cuentos y piezas de teatro en prosa y verso. También escribió poesía, aún por recopilar y estudiar, y en su poema Prometeo de 1885 declaró ya su ateísmo. Hacia 1892 se casó con Resurrección Alonso, cantante del Real, naciendo el siguiente año su hijo Joaquín Dicenta Alonso. Al parecer Joaquín tuvo seis hijos reconocidos pero se desconoce el paradero de ellos. 
La sociedad le marginó a causa de haberse unido a una mujer gitana, la bailaora andaluza Amparo de Triana, que abandonó la profesión para vivir con el altivo, independiente y pendenciero poeta. Tuvieron un hijo: Manuel Dicenta Badillo.

El resonante éxito internacional de su drama Juan José, una de las obras más representadas en España antes de la Guerra Civil, le sacó del arroyo. A resultas de ello recibió poco después un homenaje por parte de los literatos y periodistas madrileños el 11 de noviembre de 1895. Fundó con Ruperto Chapí, en 1889, la Sociedad de Autores, entidad precursora de la Sociedad General de Autores y Editores. Dirigió el semanario Germinal (1897), que agrupaba a bastantes autores del Naturalismo, o más bien un grupo ecléctico de utopistas honestos, republicanos y anticlericales independientes que se autodenominaba Gente nueva, disconforme con la sociedad española de entonces. 


Amparo de Triana (1872-1942)

Consuelo Badillo, actriz destacada en la última década del siglo XIX y primer tercio del siglo XX, que tras enviudar del director de teatro y político del Partido Liberal, Ricardo Ducazcal García, con quien tuvo tres hijos, volvió a las tablas en 1899 donde conoció al dramaturgo Joaquín Dicenta Benedicto.


Joaquín Dicenta Alonso (1893-1967)
Poeta y dramaturgo español, entre sus obras de teatro más destacables figuran Leonor de Aquitania (que le valió el Premio Lope de Vega en 1932), Son mis amores reales (1925), premio de la Real Academia Española; Madre Paz y Cuento de cuentos; escritas todas ellas en verso.
Padre de José Fernando Dicenta 
Fue uno de los más jóvenes representantes de la bohemia de principio de siglo.
Durante la Guerra Civil, ejerció de manera interina la presidencia de la Sociedad General de Autores. Al finalizar ésta, pasó varios años en la cárcel. 
Se cuenta que el día en el que iba a realizar su ingreso en ella, el director de la prisión, en deferencia hacia él, la hizo adecentar previamente como si fuera a ser visitada por alguno de los altos cargos del nuevo régimen. 
En cualquier caso, a partir de entonces, sus obras fueron retiradas de todos los escenarios nacionales.

Y quien no recuerda este poema:

Qué doloroso es amar...
¡Qué doloroso es amar...
y no poderlo decir!
Si es doloroso saber,
que va marchando la vida
como una mujer querida,
que jamás ha de volver.
Si es doloroso ignorar,
donde vamos a morir;
¡más doloroso es amar...
y no poderlo decir!

Triste es ver que la mirada,
hacia el sol levanta el ciego;
y el sol la envuelve en su fuego
y el ciego no siente nada.
Ver su mirada tranquila,
a la luz indiferente
y saber que eternamente,
la noche va en su pupila
bajo el dosel de su frente.

Pero si es triste mirar
y la luz no percibir;
¡más doloroso es amar...
y no poderlo decir!

Conocer que caminamos,
bajo la fuerza del sino;
recorrer nuestro camino
y no saber donde vamos.
Ser un triste peregrino,
de la vida en los senderos,
no podernos detener,
por ir siempre prisioneros,
del amor o del deber.
Más si es triste caminar
y no poder descansar
mas que al tiempo de morir;
¡más doloroso es amar...
y no poderlo decir!

Vivir como yo soñando,
con cosas que nunca vi;
y seguir, seguir andando,
sin saber por qué motivo
ni hasta cuándo.
Tener fantasía y vuelo,
que pongan al cielo escalas
y ver, que nos faltan alas,
que nos remonten al cielo.
Más si es triste no gozar,
lo que podemos soñar;
no hay más amargo dolor,
que ver el alma morir,
prisionera de un amor
y no poderlo decir.


José Fernando Dicenta (1929-1984)
Continuó esa rama de esta distinguida familia en el mundo del espectáculo.

Como actor se consagró sobre todo al mundo de la radio, formando parte del plantel de actores de la Cadena SER. Probablemente, su papel más recordado fue el de Avelino en el serial La saga de los Porretas, que interpretó desde 1976 hasta el momento de su fallecimiento. Además, durante ese tiempo, dirigió el serial y era responsable del Gabinete de Estudios y Ciencias de la Comunicación de la emisora. En la radio, además, escribió los guiones de numerosas radionovelas, entre ellas Secuestro, candidata al Premio Italia 1980.

En su faceta de dramaturgo debe destacarse su obra La jaula, estrenada en el Teatro María Guerrero de Madrid y por la que obtuvo el Premio Nacional de Teatro en 1972. Cultivó igualmente la poesía, que recopiló en las obras Compañero, el hombre (1968) y La pirámide invertida (1977). Otros libros publicados fueron Luis Bonafoux: La víbora de Asnieres, (1974) y La santa bohemia, (1976).


Manuel Dicenta Badillo (1905 – 1974)
Está considerado como uno de los más significativos actores teatrales y cinematográficos españoles de la segunda mitad del siglo xx. Fue, en efecto, un excelente intérprete del teatro clásico español, con un estilo y maestría en la expresión del verso que le valió notoriedad singular. 
Influido por su madre entró como meritorio en la Compañía de Fernando Díaz de Mendoza y María Guerrero en el Teatro de la Princesa en 1924; debutando con la obra Pobrecito carpintero de Eduardo Marquina. Pero, además, fue uno de los actores pioneros del cine español, haciendo su debut cinematográfico en 1927 en un pequeño papel de la película El bandido de la sierra.
Se casó con Amparo Silva también actriz, que murió a los 55 años en su domicilio a causa de una dosis excesiva de tranquilizantes, al parecer incapaz de superar la ausencia de su amante, que la había abandonado por una jovencita. Tuvieron un hijo: Daniel Dicenta Silva
Volvió a casarse con María José Pérez Gago (1970-1974). De este matrimonio nació Jacobo Dicenta Pérez.
En 1961 entró a formar parte del claustro de profesores de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid, como profesor de Interpretación.


Daniel Dicenta Silva (1937-2014).
Su carrera profesional se forjó fundamentalmente en el mundo del teatro y la televisión, aunque realizó igualmente incursiones en el cine.

En la gran pantalla debutó en 1963 con la versión de la zarzuela La verbena de la Paloma, dirigida por José Luis Sáenz de Heredia. Otros títulos notables en los que intervino incluyen Fortunata y Jacinta (1970), de Angelino Fons, La muerte de Mikel (1984), de Imanol Uribe y El pájaro de la felicidad (1993), de Pilar Miró, aunque quizá su papel más destacado fue el de Gregorio Valerio Contreras en El crimen de Cuenca (1980), también de Miró.

Rostro habitual en Televisión Española, participó en decenas de montajes en espacios como Estudio 1 y Novela.

En teatro interpretó, entre otras, Al final de la cuerda (1962), de Alfonso Paso, con Julia Gutiérrez Caba; El baúl de los disfraces (1964), de Jaime Salom; Jaque a la juventud (1965), de Julia Maura; Yerma (1971), de Federico García Lorca, etc.

En los últimos años se dedicó al doblaje, siendo, por ejemplo, la voz en castellano de Robert Englund en las secuelas de Pesadilla en Elm Street (en la 3, 4 y 6, además de la serie) y la de Peter Stormare en Fargo.

Estuvo casado con Lola Herrera, con quien en 1981, tras catorce años separados, rodó el docudrama Función de noche, con diálogos sobre aspectos de su vida privada. Fruto del matrimonio nacieron la también actriz Natalia Dicenta Herrera y el fotógrafo Daniel Dicenta Herrera.


Lola Herrera (1935)
Sus inicios son musicales, pero a mediados de los cincuenta viaja a Madrid y comienza su andadura como actriz. Participa en El pórtico de la gloria, su primera película, en 1953.1

Desde principios de los años sesenta interviene en multitud de obras de teatro filmadas para TVE: Colaboró con Ibáñez Serrador en un par de episodios de sus Historias para no dormir (1968); realiza una veintena de Estudios 1, entre los cuales destacan La importancia de llamarse Ernesto (1968) de Wilde, Puebla de las mujeres (1971) de los Hermanos Álvarez Quintero, El avaro (1972), de Molière.
Participa también en piezas clásicas recuperadas para el espacio Teatro de siempre: La Celestina (1967), de Rojas, Las tres hermanas (1967), de Chéjov; protagoniza Las Viudas (1977).

A lo largo de los años 70 interviene en una serie de doblajes realizados en los estudios Cineson y Exa de Madrid, llegando a doblar a Ellen Burstyn en Alicia ya no vive aquí (por el que la actriz estadounidense ganaría el Oscar a la mejor actriz) o a Liv Ullmann en Gritos y susurros, entre otras.

En 1978 realiza Arriba Hazaña, donde comparte protagonismo con Fernando Fernán Gómez y Héctor Alterio entre otros. En 1981 protagoniza Función de noche, una innovadora propuesta de la directora Josefina Molina que narra las desventuras de un matrimonio de actores en la vida real, Herrera y Daniel Dicenta, y las relaciones con sus hijos. Lola Herrera siempre se ha sentido orgullosa de este papel y se refiere al film como "una terapia".

En estos últimos años ha protagonizado numerosas series de televisión, entre las que destacan La casa de los líos junto a Arturo Fernández.

Mucho más vinculada al teatro que al cine, está considerada una de las grandes damas de la escena española por crítica y público así como una de las más grandes actrices de teatro de la última mitad del siglo XX.

Entre sus últimas apariciones en la escena, a la muerte de Miguel Delibes participó en el estreno de Maestro, oda a Miguel Delibes.

Casada en 1960 con el actor Daniel Dicenta y separada desde 1967, se divorcia, teniendo dos hijos en común, Natalia y Daniel. Natalia Dicenta ha compartido cartel con su madre en varias ocasiones, entre ellas, en Eva al desnudo, y la última ocasión en Solas, donde interpretaba a su hija en la ficción. Por este papel fue nominada a los Fotogramas de Plata y a los Premios Max.




Jacobo Dicenta (1972) 
Su carrera se ha desarrollado especialmente en teatro y televisión y en mucha menor medida en cine.

De su paso por los escenarios pueden destacarse el musical Forever Young (2011), ¡Ay, Carmela! (2013).

En cine destaca su intervención en la película Camarón (2005), de Jaime Chávarri.

Está casado desde 2002 con la también actriz Mónica Aragón Fernández-Cuervo (1973) 
Actriz y payasa española, perteneciente a una familia de artistas de larga tradición, es hija de Alfonso Aragón Sac (Fofito) y nieta de Alfonso Aragón Bermúdez (Fofó) miembros del mítico grupo Los Payasos de la Tele. Aquí se unen dos sagas de artistas.




Arturo Fernández Rodríguez (1929)
Perteneciente a una familia humilde, en 1950 se traslada a Madrid sin intención de dedicarse profesionalmente a la interpretación y, como sustento provisional, comienza en el cine como figurante hasta interpretar papeles pequeños en películas de Rafael Gil (La señora de Fátima, La guerra de Dios, El beso de Judas).3

Su primer contacto con el escenario es en el llamado Teatro de Cámara y Ensayo, dirigido por Modesto Higueras. Después se incorpora a la compañía teatral de Conchita Montes y más tarde a la de Rafael Rivelles.

En el cine logra sus primeros papeles protagonistas a las órdenes de Julio Coll en Distrito Quinto (1957) y Un vaso de whisky (1958).

Construye un personaje a medida de galán a veces cínico y siempre conquistador, que continúa desempeñando en su actividad teatral.

Aunque disminuye su presencia en la gran pantalla, aumenta su popularidad al protagonizar la película Truhanes (Miguel Hermoso, 1983), que diez años después da lugar a la serie de televisión homónima, trabajando en ambas con Francisco Rabal. 

Como intérprete de personalidad definida y proverbial elegancia, muestra su mejor registro al tomar distancia de su propio personaje, representando con los años a un galán descarado de tintes cómicos y llegando casi a la autoparodia en la serie de Antena 3 La casa de los líos, que protagoniza junto a Lola Herrera.

Contrajo matrimonio con la catalana María Isabel Sensat Marqués, se separaron en 1978. Tuvieron tres hijos: María Isabel (1967), Arturo (1970) y María Dolores "Boby" (1975). Se une el 1 de abril de 1980 a la abogada Carmen Quesada.

Según el periodista Rafael González Zubieta, Arturo Fernández mantuvo en su juventud una relación sentimental con Lupe Sino -nombre artístico de Antonia Bronchales- y que fue novia del torero Manolete. Murió el 13 de septiembre de 1959 a consecuencia de un derrame cerebral seis días después de sufrir un accidente de automóvil en Puerta de Hierro, Madrid. Según Zubieta, Arturo Fernández era la persona que conducía el automóvil deportivo de Lupe Sino en el momento del siniestro.

En el ámbito político, su padre simpatizó con los anarquistas y fue exiliado durante el Franquismo. Arturo Fernández se muestra próximo al Partido Popular, habiendo apoyado públicamente al exalcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo.



Silvia Tortosa (1947)
Estudió artes en la Escuela Massana e interpretación en el Institut del Teatre de Barcelona. Debutó en el teatro a los 15 años con el papel de Dorita en El mago de Oz y en el cine a los 19 años en la película El último sábado (1966), de Pedro Balañá. Pocos meses después aparecía por primera vez ante las cámaras de TVE, donde desarrollaría una prolífica carrera. Destaca Horror Express (también titulada Pánico en el Transiberiano), audaz producción española con un reparto internacional encabezado por Christopher Lee, Peter Cushing y Telly Savalas.

Otros títulos de su historial son Asignatura pendiente de José Luis Garci, Tobi de Antonio Mercero y La chica del Molino Rojo, último filme de género musical que protagonizó Marisol. En la década de los 80 la presencia de Silvia Tortosa en el cine empezó a decrecer, en favor del teatro y la televisión, si bien destaca su papel protagonista en La señora (1987) de Jordi Cadena.

Desde 2011 presenta su propio programa de Televisión por Internet, titulado En casa contigo, en el que da consejos para el hogar, decoración, cocina, etc.



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