martes, 5 de febrero de 2019

Sueños de Navidad

La siguiente obra, es diferente.

Ademas de hacer teatro para adultos, nos atrevíamos con teatro para niños en dos versiones. Unas veces eran los adultos los que hacíamos el cuento y otras los niños.

Como 1º excepción(volví a hacerlo, ya lo veréis mas adelante), en esta obra acabé trabajando con niños.  

Los niños me ponían de los nervios, nunca he sido muy chiquillera, pero la directora, mi amiga(en esta ocasión tengo mis dudas) me involucró en el teatro infantil hecho por niños. ¡Ayyy!   

Lo peor de todo, es que yo huía de los críos y los críos tenían una atracción hacia mi persona. No me los despegaba de encima. 

Puedo decir que fue la etapa mas, mas... nosecomodecirlo, de mis experiencias teatrales.

No quería representar nada de teatro infantil, sobre todo porque les tenía pánico a los niños. No hay peor cosa que un niño viendo teatro: Te dice lo que piensa, a gritos y sin tener en cuenta que es una función y tal. ¡Vamos una bomba de relojería en forma de crío!

Este cuento lo hicimos en la navidad de 1984. Y como siempre, y a la que me descuidaba, allí estaba yo haciendo alguna sustitución de última hora, en este caso, de dragón. Si, esa cosa verde de las fotos soy yo. He de decir que los niños fueron muy benévolos conmigo en esta ocasión, alguno hasta se asustó.

La obra la escribió el abuelo de la directora.
Era lo típico, los pastorcillos querían ir a Belen y un dragón (en vez de demonios que es lo tradicional) impidiendo que fuesen.

Y estas las fotos:





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