La familia Hurtado/Carriillo, otra saga de actores:
Luis Hurtado Girón(1897-1967)
Un célebre actor, que fue el secretario personal del Premio Nobel de Literatura Jacinto Benavente.
Dejo artículo escrito por Victor Fernandez:
"El 11 de marzo de 1937 hacía algo más de medio año que las autoridades sublevadas en Granada habían asesinado a Federico García Lorca. El poeta era uno más de los muchos hombres y mujeres que el Gobierno Civil de la ciudad de la Alhambra había hecho desaparecer, era alguien a quien se había eliminado sin previo juicio por ser considerado un enemigo. La prensa republicana había tratado valientemente de aclarar si Lorca había sido asesinado, tal y como lo apuntaban los rumores, pero era poca la información que se podía obtener de los sublevados granadinos. En los medios del bando franquista no se publicaría nada sobre la muerte de Lorca hasta ese 11 de marzo de 1937.
En esa fecha, el diario fascista «Unidad», editado en San Sebastián, daba a conocer un homenaje poético a Lorca bajo el título: «A la España imperial le han asesinado su mejor poeta». Su autor era Luis Hurtado Álvarez y en su texto trataba de demostrar, muy equivocadamente, que, de no haber muerto, Lorca se hubiera acercado al falangismo. Era una manipulación de la historia tratando de describir al poeta como alguien cercano a los postulados joseantonianos, pero probablemente era la única manera que tenía el autor para escribir sobre Lorca a quien, por cierto, no citaba por su nombre en ningún momento. El texto se divulgó en algún otro medio falangista, causando tal revuelo cuando vio la luz en «Antorcha», un semanario editado en Antequera, que el director del mismo, Nemesio Sabugo Gallego, y algunos de sus colaboradores fueron detenidos por las fuerzas militares franquistas. El motivo del revuelo habla por sí mismo: los partidarios de Franco no les hacía ninguna gracia que una revista falangista dedicara sus páginas a Lorca y que se mencionara su asesinato en Granada. Cuando a Sabugo Gallego se le preguntó por el paradero de Hurtado, solamente pudo responder que pertenecía a una agencia de colaboración en Salamanca. Desde Antequera se ordenó la detención del autor del artículo, pero nunca pudo ser localizado porque en realidad donde estaba era en San Sebastián. Lo que nadie sabía en ese momento es quién era Luis Hurtado Álvarez y sus motivos para escribir ese texto.
Hace unos meses pude acceder a una carpeta con una serie de documentos que pertenecieron a Luis Hurtado Álvarez. Habían pasado de un librero de viejo a una colección particular. En el interior de la carpeta se guardaba la hoja de respeto de lo que había sido un ejemplar de la primera edición de «Bodas de sangre», aparecida en la Editorial El Árbol en 1935, bajo el cuidado de José Bergamín. En ella Lorca escribió: «A mi queridísimo amigo Luisito Hurtado perdido en esta selva de Madrid. Con un abrazo de su amigo que no le olvida Federico Madrid 1936». La firma iba acompañada de uno de esos dibujos con elementos vegetales que tanto le gustaba hacer al poeta. Indudablemente es uno de los últimos dibujos de Lorca antes de dejar Madrid para encontrar la muerte en Granada en el sangriento verano de 1936. La dedicatoria, tan afectuosa, denota que hubo una amistad entre Lorca y Hurtado que se remonta hacia 1934, algo que sabemos gracias a otro libro localizado recientemente en una colección privada por Ian Gibson, biógrafo de Lorca. Se trata de un ejemplar de la «Oda a Walt Whitman», que Lorca publicó en México en una muy limitada edición de 50 ejemplares que distribuyó entre sus más cercanos amigos. Es en este poema, como dice Gibson, donde Lorca afronta con mayor transparencia su «problema» con la homosexualidad. Por ese motivo fue muy cuidadoso escogiendo a los lectores de esa edición limitada, aquellos que lo pudieran comprender bien. «Para Luis Hurtado Álvarez, recuerdo cariñoso de Federico García Lorca Madrid 1934» reza la dedicatoria que el poeta le escribió en la primera página de ese ejemplar que hoy afortunadamente todavía se conserva.
Pero ¿quién era este joven? Nacido el 27 de enero de 1917, era hijo de Luis Hurtado Girón, un célebre actor que fue el secretario personal del Premio Nobel de Literatura Jacinto Benavente. Fue precisamente el autor de «Los intereses creados» quien presentaría al joven a Lorca. Así lo han recordado para este diario sus sobrinas, las actrices Teresa y Fernanda Hurtado: «Nuestro tío Luis y Lorca se conocieron en un bar de Madrid que se llamaba Los Italianos, donde los presentó don Jacinto». Las dos hermanas apuntan, además, que el establecimiento, situado en la carrera de San Jerónimo, era punto de encuentro de homosexuales en el Madrid de la Segunda República. «Era un tema tabú en aquella época. Nuestro padre, Diego Hurtado, defendía a don Jacinto, mientras que nuestro tío Luis a Lorca. Ellos no eran homosexuales y en aquella época había otra mentalidad, pero los defendieron, algo que casi les cuesta la vida a ambos, a nuestro padre y a nuestro tío», aseguran Teresa y Fernanda. Diego Hurtado escondió a Benavente durante la Guerra Civil «en un desván como Ana Frank», como rememoran sus hijas. Luis, por su parte, se atrevió a dedicarle un texto en el bando franquista que provocó una orden de detención contra él.
Mucho carácter
Que Lorca y Benavente se conocían es sabido, aunque no se puede hablar de una profunda amistad entre ellos. «Eran rivales y los dos tenían mucho carácter, pero después de estrenar volvían a hablar como siempre», apuntan las Hurtado. En este sentido, cuando el 28 de diciembre de 1934 tiene lugar el ensayo general de «Yerma», la última tragedia lorquiana, Benavente será una de las tres «barbas ilustres» que asista a la función junto con Ramón María del Valle-Inclán y Miguel de Unamuno. Es precisamente en esas fechas cuando Luis Hurtado Álvarez le escribe a Lorca una de las dos misivas conservadas en la fundación que lleva el nombre del autor granadino. Otra carta, de 1935, hace referencia a la publicación del «Llanto por Ignacio Sánchez Mejías», una elegía que inspiraría dos años más tarde «Gráfico de los huesos sobre tierra» donde Luis quiso rendir homenaje póstumo a su amigo granadino.
Las hermanas Hurtado hablan con admiración de su tío y reconocen que es la primera vez que alguien les pregunta por aquella amistad lorquiana. «Mis tíos y nuestro padre eran muy guapos, la sensación del Madrid de ese tiempo y además vestían con modernidad. Nuestro tío Luis era muy hombre, como le gustaba a Lorca», explican. Cuando el autor de estas líneas les pide saber si hubo algo entre el autor de «Bodas de sangre» y él reconocen que «no lo podemos asegurar porque desconocemos mucho del tío Luis. Había cosas de las que no hablaba porque era muy estricto con su vida privada. Pero ¿cómo no se iba a amar a Lorca? Él le prestaba su belleza y Lorca su inteligencia"
María Carrillo Moreno conocida artísticamente como Mary Carrillo (1919 - 2009)
Considerada una de las grandes actrices de la escena española del siglo XX, debutó en 1936 en la Compañía de Hortensia Gelabert, con la obra El juramento de la primorosa y posteriormente en la de Pepita Díaz-Manuel Collado (con quien interpreta Nuestra Natacha). Al inicio de la Guerra Civil Española marcha a México y estrena Prohibido suicidarse en primavera con la Compañía Díaz-Collado. Allí se casó, con apenas diecisiete años, en el Teatro Nacional de La Habana apadrinada por Alejandro Casona, con el actor Diego Hurtado Álvarez.
De regreso a España, retoma su carrera teatral y realiza la película Marianela (1940), de Benito Perojo, inspirada en la novela homónima de Benito Pérez Galdós. Tras rodar otros tres largometrajes, se aparta de la gran pantalla hasta 1958.
En teatro, se incorpora primero a la Compañía de María Bassó y Nicolás Navarro y en los primeros cincuenta entró en la Compañía Lope de Vega, dirigida por José Tamayo, donde interpreta lo más importante del teatro español del Siglo de Oro y otros títulos del teatro universal. Con La vida es sueño, viaja a París y participa en el I Festival del Teatro de las Naciones, en 1954, y consiguió el Premio a la Mejor Interpretación. Ese mismo año propone un texto a Tamayo que había localizado Diego Hurtado, La Alondra, de Jean Anouilh. También interpretó La florista de la reina, La santa hermandad y La santa virreina. En 1948, finalmente, forma su propia Compañía. Fue la actriz fetiche del director teatral José Tamayo y del autor Antonio Gala. Una anécdota revela su tremenda calidad sobre las tablas. Edward Albee, autor del texto original de Quién teme a Virginia Woolf, la vio en España junto a Enrique Diosdado y dirigida por José Osuna y se quedó tan admirado que trató de convencer a la Metro para que la contratara para la película, pero al final se lo quedó Elizabeth Taylor.
En 1958 vuelve al cine, con El pisito, de Marco Ferreri. En los años siguientes se suceden una serie de títulos notables, en los que Mari Carrillo despliega su gran capacidad artística especialmente en registros dramáticos: El crimen de Cuenca, dirigida por Pilar Miró, La Colmena y Los santos inocentes (1984), de Mario Camus... Pero también en títulos de comedia (Entre tinieblas, de Pedro Almodóvar).
En 1982 triunfó con La enemiga, de Dario Niccodemi. Su última aparición sobre las tablas fue en una representación de Hora de visita, de José Luis Alonso de Santos. Retirada de las tablas desde 1995, falleció el 31 de julio de 2009.
Tuvo cuatro hijas, entre ellas las actrices y humoristas Paloma, Teresa y Fernanda Hurtado, conocidas artísticamente como Las Hermanas Hurtado.
Mary Carrillo escribió a los 81 años sus memorias en Sobre la vida y el escenario. Recibió, entre otros, el Premio Nacional de Teatro en dos ocasiones (1949 y 1961), la medalla del Círculo de Bellas Artes (también por dos veces, en 1948 y 1982), el premio Ondas en 1969 como mejor actriz de televisión, el premio Goya en 1995 como mejor actriz de reparto por Más allá del jardín y el premio de la Unión de Actores en 1995 por su trayectoria profesional.
En los últimos años de su vida padeció la enfermedad de Alzheimer.
En 1979 forman el trío humorístico Las Hermanas Hurtado con el que recorren los escenarios de España. Especialmente populares a partir de 1982 cuando incorporan los personajes de tacañonas en el concurso de TVE Un, dos, tres... responda otra vez.